LA LITERATURA MEXICANA COMO SISTEMA.
Jorge Ruedas de la Serna*.
Hace muy poco tiempo murió Leopoldo Zea, uno de nuestros filósofos que más contribuyeron para pensar América Latina como sujeto de la historia y ya no más como objeto. En su libro Latinoamérica Tercer Mundo escribió:
“Lo importante será la actitud alerta y consciente de estos pueblos para aprovechar las fisuras, debilidades y contradicciones del sistema dominante. Pero también no aflojar en el empeño, llevar el mismo hasta sus últimas consecuencias, acelerando así las posibilidades del ineludible cambio.”[i]
Quiero subrayar tres aspectos fundamentales de esta cita. El primero, el concepto de “sistema dominante”; el segundo, el de “ineludible cambio”, tercero, el de aprovechar las “debilidades y contradicciones del sistema” para acelerar el cambio y llevarlo hasta sus últimas consecuencias. Los dos primeros aspectos comprenden el concepto de sistema como lo ve también Fernando Novais, como una realidad superestructural constituida por factores económicos, políticos, sociales y culturales, es decir como un proceso ajeno a la sanción de un individuo, un grupo o un sector de la sociedad, realidad que habrá de cambiar ineludiblemente.[ii] La segunda cuestión atiende a la praxis individual, de un grupo o de un sector de la sociedad interesado en el cambio.
Esta perspectiva permite adoptar otro ángulo para dimensionar el concepto de “sistema” que adoptó Antonio Candido como eje estructurador de A formação da literatura brasileira. No es, en rigor, que la idea de “sistema” represente para él un valor por sí mismo, o que el sistema sea bueno o malo, o que sea una forma de postular un orden lineal, progresivo y excluyente de la historia literaria. Reiteradamente Antonio Candido explicó que no está adoptando una perspectiva estética, sino específicamente una perspectiva histórica, y, además, que no la postula como la única forma posible de escribir la historia de la literatura.
El mayor mérito crítico de Antonio Candido fue el haber establecido un distanciamiento del objeto para estudiarlo en el marco de sus relaciones con los diversos factores sociales que contribuyen a su producción, sin renunciar a su propia especificidad. En un libro precursor que mantiene hoy en día toda su vigencia, Literatura y sociedad, Antonio Candido escribió:
Se encararmos os fatôres presentes em bloco na la estrutura social, nos valores e nas técnicas de comunicação, veremos logo a necessidade de particularizar o seu campo de atuação. Tomemos os três elementos fundamentais da comunicação artística —autor, obra, público— e vejamos sucessivamente como a sociedade define a posição e o papel do artista; como a obra depende dos recursos técnicos para incorporar os valôres propostos; como se configuram los públicos. Tudo isso interessa na medida em que esclarecer a produção artística, e embora nos ocupemos aqui principalmente com um dos sentidos da relação (sociedade—>arte), faremos as referências necessarias para que se perceba a importância do outro (arte—sociedade). Comn efeito, a atividade do artista estimula a diferenciação de grupos; la criação de obras modifica os recursos de comunicação expressiva; as obras delimitam e organizam o público. Vendo os problemas sob esta dupla perspectiva, percebe-se o movimento dialético que engloba a arte e a sociedade num vasto sistema solidário de influências recíprocas.[iii]
En ese libro se hallan los elementos constitutivos del sistema literario como proceso de la comunicación social, anticipándose a la moderna teoría de la recepción. Pero, por otro lado, el libro es también un ensayo epistemológico que debe ser valorado en este tiempo que se caracteriza por la pérdida de brújula de los estudios literarios. Candido separa con claridad el objeto de la sociología de la literatura del de la crítica literaria: explica con ejemplos clarísimos en que ocasiones la crítica debe servirse ineludiblemente de la sociología de la literatura y en qué ocasiones ésta puede ser dispensada, para entender el sentido profundo de una obra.
En un resumen ejemplar de la historia literaria del Brasil,
que llamó modestamente “Resumen para principiantes”, Antonio Candido hace
ver en el
La
Apoteósis de la naturaleza
Abogar
En ese
Empenhados
Y cuando esta presencia aparece,
As
“
Por tanto se
produce ya en ese
Podría verse aquí, de modo embrionario aún, las manifestaciones de un
sentimiento de afirmación que irá creciendo lentamente hasta convertirse, en
el siglo XIX, en proclama de ruptura cultural y política con la Metrópoli.
En este primer periodo, sin embargo, la
Partiendo de la explicación
A partir de ese momento, la literatura entrará en una nueva fase, al impulso de un movimiento centrípeta, que establecerá como criterios de valor los temas y asuntos locales, por encima del artificio de la forma, imponiéndose a partir de entonces un movimiento pendular por períodos entre los particularismos y los universalismos, o una oscilación entre localismo y cosmopolitismo, propia de la literatura de los países colonizados, según la tesis Antonio Candido.
II. México
Sin la pretensión de profundizar
Si,
Mientras aquella bella y “
Isolados,
separados
en México, o mejor dicho en
la Nueva
España,
en cambio, el siglo XVII fue
A
Ese sistema literario se
Además de un creciente sentimiento nativista lo
Ese
Por otro
A la formación de
Muchos otros matices marcan diferencias
Aun con todas estas diferencias históricas, desfases
No obstante todas estas diferencias, en las respectivas colonias, no cabe duda de que el concepto de “sistema de la literatura brasileña”, tal y como Antonio Candido lo formula, representa una perspectiva histórica privilegiada para la historia de la formación de la literatura mexicana, que se inicia como proceso, análogamente, en las postrimerías del siglo XVIII.
[i] Leopoldo Zea, Latinoamérica Tercer Mundo. México, Extemporáneos, 1977 (Colección Latinoamérica, Núm. 1).
[ii] Fernando Novais, Portugal e Brasil na crise do antigo sistema colonial (1777-1808). São Paulo, Editora Hucitec, 1981.
[iii]
Antonio Candido, “II. A literatura e a vida social”, en
[iv] Antonio Candido, Iniciação à literatura brasileira (Resumo para principiantes). 2ª. ed. São Paulo, Humanitas FFLCH/USP, 1998.
[v] Antonello Gerbi, La disputa del Nuevo Mundo. Historia de una polémica. 1750-1900. Trad. Antonio Alatorre. México-Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1960. p. 164.
[vi]
Sebastião da
[vii] Cfr. Isidoro de Sevilla, Etimologías. Ed. de José Oroz Reta y Manuel A. Marcos Casquero. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1983.
[viii] Sara Augusto, “Ufanismo, sátira e moralismo: visões barrocas”, en Os descobrimentos portugueses nas rotas da memória. Coord. Marília dos Santos Lopes. Viseu, Univ. Católica Portuguesa, 2002. Página electrónica: http://www2.crb.ucp.pt/Biblioteca/rotas/rotas/Inicio%201a9%20p.pdf.
[ix] Maria Aparecida Ribeiro, Literatura Brasileira. Lisboa, Universidade Aberta, 1994, p. 29. Cit. por Sara Augusto. Ibidem.
[x] Antonio Candido, Iniciação... , pp. 17-18.
[xi] Ibidem, p. 12.
[xii] Sergio Buarque de Holanda, Raíces del Brasil. México, Fondo de Cultura Económica, 1955. (Tierra firme, 58), pp. 80-81.
[xiii]
[xiv] Candido, Iniciação..., p. 18.
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